Telefónica Chile relanza la venta del Distrito Telefónica en Santiago, buscando reforzar su red – Estrategia replicable en el portfolio inmobiliario europeo
10/07/2025 - ⏱️ 2 min
SANTIAGO – Telefónica Chile ha decidido reactivar la venta de su emblemático complejo corporativo en la intersección de Avenida Providencia y General Bustamante, un activo que había quedado paralizado desde 2019 tras el estallido social y la pandemia. El anuncio, difundido el 8 de julio, forma parte de una revisión estratégica impulsada en paralelo al desmantelamiento de sus filiales latinoamericanas —Argentina, Perú, Colombia, Uruguay y Ecuador— como paso previo antes de reforzar inversiones en conectividad y transformación digital.
En esta operación, Telefónica Chile mantiene su condición de principal inquilino, reiterando su compromiso con el edificio mientras externaliza su propiedad. La infraestructura, compuesta por tres edificios con un total de 32.240 m² de oficinas clase A, además de 1.810 m² comerciales, 1.700 m² de bodegas y 260 estacionamientos, será gestionada por las consultoras CBRE y GPS Property. El proceso, según Fernando Errázuriz de CBRE, se presume que podría concluirse en un plazo de hasta seis meses.
De rebote logístico a catalizador europeo
Aunque se trata de una operación en Latinoamérica, esta venta constituye un ejemplo paradigmático de cómo grandes corporaciones pueden convertir activos no estratégicos en liquidez para invertir en crecimiento tecnológico. Telefónica, además de desprenderse de este inmueble chileno, está explorando opciones similares en España: su sede histórica en Gran Vía 28, Madrid, podría tasarse en aproximadamente 300 M €, y está bajo análisis, aunque sin confirmación oficial.
La operación en Chile demuestra un uso inteligente del modelo sale & lease‑back: Telefónica liquida un activo inmobiliario —con rentas aseguradas al mantenerse como arrendatario— y libera capital justamente para su plan de expansión europeo. La estrategia está en línea con el ajuste global de portafolios inmobiliarios corporativos, que se reorientan hacia assets core o destinan capital a crecimiento digital e infraestructuras de red.
Perfil del activo: dimensiones, ubicación y atractivo inversor
Con una historia que se remonta a 1996, el edificio principal de 143 m de altura (32 plantas), junto a otras dos estructuras menores, representa el símbolo arquitectónico de Telefónica en Santiago. Su ubicación estratégica, frente a Plaza Baquedano, lo coloca en el centro neurálgico de la ciudad, lo que despliega un atractivo notable: vacancia reducida en oficinas clase A (12–13 %), escasa oferta de grandes superficies y demanda creciente por parte de inversores institucionales.
Aunque el avalúo fiscal ronda los 62 M €, varios operadores locales estiman que el valor real podría elevarse hasta 108–152 M US$ (98‑140 M €), sin considerar los estacionamientos. El rango refleja un margen potencial para la plusvalía, dado el ajuste hacia un mercado office más favorable.
Motivos del timing: entorno más favorable y visión corporativa
Según fuentes de Telefónica Chile, la reactivación del proceso responde a un entorno de mercado inmobiliario más estable en Santiago, donde la vacancia post‑pandemia ha regresado a niveles pre-crisis. Este cambio ambiental permite a la compañía retomar una decisión estratégica aplazada en un contexto adverso.
Asimismo, su plan cabe dentro de una política corporativa impulsada por la matriz española: concentrar la inversión en sectores de alto crecimiento —como 5G, fibra óptica y soluciones B2B— y liberar recursos de negocios no estratégicos en la región.
Repercusiones para el real estate europeo
La operación en Chile puede anticipar prácticas similares en ciudadanos corporativos europeos. Las compañías con holdings inmobiliarios pueden utilizar el modelo para incrementar liquidez, optimizar balances y enfocar capital hacia crecimiento digital. El caso de Telefónica señala que:
- La combinación de venta con permanencia (sale & lease‑back) genera flujos estables y libera inversión.
- La tasación de activos en centros urbanos maduros permite aprovechar plusvalías.
- La firma de contratos clase A y la gestión por firmas como CBRE aumenta la confianza para inversores institucionales.
En España, la posible puesta en venta de Gran Vía 28 ejercerá una señal similar. El mercado podría ver una oferta diferencial —hotelero, retail o mixed‑use— si sigue el mismo perfil de desinversión y monetización corporativa.
Conclusión
La reactivación del proceso para la venta del Distrito Telefónica en Santiago representa un giro significativo en la gestión del balance inmobiliario empresarial. Se trata de una doble jugada: modernizar la estructura de inversión en tecnología y al mismo tiempo monetizar activos maduros con alto potencial. Para el mercado europeo de real estate, la operación supone un nuevo paradigma: empresas e inversores institucionales evaluando desinversiones estratégicas para financiar la próxima generación digital. Una tendencia que, si se reproduce, podría dinamizar segmentos prime en capitales europeas.
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