Putin y Trump reavivan la tensión en el este: el conflicto ucraniano vuelve a ensombrecer el clima inversor en Europa del Este
05/07/2025 - ⏱️ 2 min
La reciente llamada telefónica entre Vladimir Putin y Donald Trump —que el Kremlin calificó como “constructiva, pero firme”— ha vuelto a poner sobre la mesa la complejidad geopolítica del conflicto en Ucrania. Aunque la conversación no ha producido avances concretos, sí ha dejado un mensaje claro: Rusia no dará marcha atrás en sus objetivos territoriales, y Estados Unidos, incluso bajo la nueva administración republicana, mantendrá su apoyo militar a Kiev.
Este escenario de parálisis diplomática está teniendo un impacto directo en las decisiones de inversión institucional en Europa del Este, especialmente en el sector inmobiliario, que desde 2022 venía mostrando signos de recuperación tras el shock inicial de la invasión rusa.
La incertidumbre geopolítica vuelve a ensombrecer los flujos de capital hacia activos físicos en Ucrania, Polonia, Rumanía, los países bálticos y, en menor medida, Hungría y Eslovaquia.
Inversiones en pausa: las grandes gestoras se repliegan
Según datos preliminares recogidos por The Guardian (3 y 4 de julio de 2025), varias firmas de inversión inmobiliaria con sede en Frankfurt y Londres han decidido suspender temporalmente nuevos compromisos de capital en activos ubicados en el este de Europa.
El principal problema no es tanto la destrucción física del parque inmobiliario —que afecta sobre todo a Ucrania— sino el efecto en las primas de seguro, los tipos de interés exigidos por los financiadores, y la dificultad de cerrar operaciones.
El caso polaco: oportunidad y fragilidad
Polonia había sido hasta ahora uno de los grandes beneficiados de la inestabilidad regional. Sin embargo, este dinamismo empieza a verse frenado. En las últimas semanas, varios fondos han empezado a redireccionar capital hacia ciudades alemanas como Leipzig o Bremen.
Aun así, algunos actores ven una oportunidad contracíclica.
Activos estratégicos y resiliencia
Uno de los segmentos más afectados es el logístico. Desde Tallin hasta Bucarest, el interés por plataformas de última milla, hubs regionales y activos conectados al corredor China–Europa se había disparado en los últimos tres años.
También preocupa el impacto reputacional en iniciativas de regeneración urbana financiadas con fondos europeos, especialmente en ciudades ucranianas como Leópolis.
Pese a ello, algunos vehículos especializados en “impact investing” mantienen su compromiso.
Una Europa inmobiliaria a dos velocidades
La consecuencia inmediata de la reactivación del conflicto diplomático es un repliegue del capital hacia mercados core: Francia, Alemania, Países Bajos, España y los países nórdicos concentran ahora casi el 80 % de los nuevos mandatos europeos en real estate institucional.
El diálogo Putin–Trump no ha traído paz, pero sí ha recordado a los inversores una verdad olvidada: en el real estate, la ubicación lo es todo… y la geopolítica también.
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