El consumo resiste frente a la desaceleración global gracias al alza de los salarios reales
26/06/2025 - ⏱️ 2 min
La renta disponible mejora por primera vez desde 2021, impulsando la demanda interna. El crecimiento del consumo estabiliza al sector servicios y fortalece la base de inquilinos residenciales, en un momento clave para el real estate español.
Madrid, 25 de junio de 2025
En un contexto global marcado por el estancamiento del comercio, la ralentización industrial y la incertidumbre geopolítica, la economía española mantiene su pulso gracias a un factor decisivo: el consumo de los hogares. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y confirmados por el Banco de España, el gasto interno ha crecido un 2,2 % interanual en el primer trimestre de 2025, impulsado principalmente por una mejora de los salarios reales y un descenso paulatino de la inflación.
Por primera vez desde 2021, la renta disponible de los hogares ha aumentado en términos reales (ajustados a la inflación), favorecida por acuerdos salariales en convenios colectivos, la moderación del Euríbor y el menor impacto de la energía en la cesta de consumo. Aunque los niveles de ahorro se mantienen estables, la propensión al gasto ha repuntado, especialmente en bienes no duraderos, restauración, ocio y servicios personales.
“España ha evitado el frenazo que están experimentando otros países europeos gracias a su motor interno: el consumo privado. Sin exportaciones extraordinarias ni impulso fiscal relevante, el crecimiento se explica por la recuperación del poder adquisitivo de las familias”, señala Ana María Herrero, economista sénior de BBVA Research.
Un entorno externo cada vez más desafiante
El buen comportamiento del consumo contrasta con la debilidad de otros componentes del PIB. La inversión en bienes de equipo ha caído un 1,4 % y las exportaciones se han estancado, penalizadas por la desaceleración de Alemania y las tensiones comerciales con EE. UU., que afectan a sectores clave como el automóvil, la química y el agroalimentario. En cambio, el mercado laboral continúa mostrando fortaleza, con una tasa de paro por debajo del 11 % y más de 21 millones de afiliados a la Seguridad Social, máximo histórico.
Este diferencial de comportamiento interno está llamando la atención de los inversores internacionales, que ven en España un mercado con demanda endógena sólida y menos expuesto a shocks comerciales externos. Moody’s ha confirmado esta semana el rating A para la deuda soberana española, destacando “la estabilidad institucional y el empuje de la demanda doméstica”.
Consumo, inflación y tipos: un nuevo equilibrio
La inflación general ha retrocedido hasta el 2,3 % interanual en mayo, mientras que la subyacente se sitúa en el 2,8 %. Esto, sumado a las primeras señales de moderación del BCE, ha devuelto cierta confianza a los hogares y ha incentivado el gasto en sectores que habían estado rezagados en 2022–2024.
El turismo interno, por ejemplo, ha crecido un 7,6 % respecto al año pasado, y las ventas minoristas encadenan ya cuatro trimestres de crecimiento. La hostelería y el comercio lideran la creación de empleo en lo que va de año, compensando el enfriamiento de sectores industriales.
Implicaciones para el sector inmobiliario: nueva solidez en la base de inquilinos y oportunidades en retail
- Mayor capacidad de pago en el alquiler residencial: La mejora de los salarios reales estabiliza la base de inquilinos y reduce el riesgo de impago, lo que mejora el perfil de riesgo de los portfolios build-to-rent. En ciudades como Madrid, Barcelona y Málaga, los arrendadores pueden beneficiarse de una demanda sólida y sostenible.
- Refuerzo del apetito por vivienda en propiedad en segmentos medios: Aunque los tipos siguen siendo relativamente altos, la recuperación del poder adquisitivo podría reactivar lentamente la demanda de compraventa entre clases medias, especialmente en zonas metropolitanas secundarias y de cercanía.
- Impulso al real estate comercial orientado a servicios: El crecimiento del consumo, en particular en restauración, ocio y comercio físico, favorece la recuperación del segmento retail de calle y centros comerciales. Los activos bien ubicados y adaptados a nuevas tendencias de consumo (experiencia, conveniencia, sostenibilidad) podrían revalorizarse.
- Mejora del entorno operativo para socimis residenciales: Un entorno de consumo dinámico y de mayor estabilidad económica reduce el riesgo regulatorio y de rentabilidad para vehículos institucionales. El capital core plus podría encontrar en España un mercado de retorno ajustado a riesgo superior al de otros países de la eurozona.
Conclusión
En un ciclo internacional incierto, el consumo se ha convertido en el principal ancla de la economía española. La mejora de los salarios reales y la resiliencia del mercado laboral ofrecen un colchón interno que mitiga la exposición a shocks externos. Para el sector inmobiliario, este nuevo equilibrio crea un terreno fértil para inversiones en residencial, retail y activos ligados a la demanda doméstica. En tiempos de fragmentación global, España se perfila como una plaza de estabilidad relativa donde la economía real sigue tirando del ciclo.
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