Beta Stage

La tokenización redefine la inversión inmobiliaria en Europa bajo el paraguas de MiCA

10/09/2025 - ⏱️ 2 min

El mercado inmobiliario europeo vive un momento de transformación silenciosa pero profunda. La tokenización de activos —el proceso por el cual participaciones en bienes físicos como edificios, suelos o vehículos de inversión inmobiliaria se representan digitalmente en redes blockchain— empieza a consolidarse como una alternativa real a los canales de financiación tradicionales. Lo que hace apenas cinco años era visto como una promesa de nicho, hoy aparece en los informes de los principales organismos financieros internacionales como una de las grandes tendencias de la próxima década.

De acuerdo con estimaciones del World Economic Forum y de la plataforma de análisis RWA.xyz, el mercado global de activos del mundo real tokenizados —que incluye bonos, materias primas y bienes inmobiliarios— ronda ya los 25.000 millones de dólares en 2025 y podría alcanzar varios billones hacia 2030 si se cumple la adopción institucional. En Europa, el nuevo Reglamento de Mercados de Criptoactivos (MiCA), cuya aplicación plena entró en vigor el 30 de diciembre de 2024 para los criptoactivos asimilables a instrumentos financieros, está proporcionando el marco de seguridad jurídica que bancos, fondos y plataformas demandaban.

La normativa establece requisitos claros de transparencia, protección al inversor y licencias específicas para emisores y proveedores de servicios. En este contexto, algunos Estados miembros han tomado la delantera. Luxemburgo, por ejemplo, se ha posicionado como polo estratégico al permitir la inscripción de valores tokenizados en registros digitales gracias a la reforma de su marco legal en 2021, alineado con el DLT Pilot Regime europeo vigente desde marzo de 2023. En España, la CNMV autorizó en noviembre de 2024 a Ursus-3 Capital como la primera Entidad Responsable de la Inscripción y Registro de valores (ERIR), un paso hacia la integración de títulos inmobiliarios tokenizados bajo supervisión regulatoria.

La transición hacia un mercado inmobiliario digitalizado no está exenta de desafíos. Como señala el debate jurídico, la calificación legal del token sigue siendo un punto crítico: en ciertos países europeos se entiende como una representación digital de un valor financiero, mientras que en otros se plantea como un derecho económico sobre un Special Purpose Vehicle (SPV) que es el titular legal del inmueble. Esta dualidad genera incertidumbre a la hora de atraer capital extranjero, especialmente de fondos institucionales que demandan garantías plenas de titularidad.

El mercado inmobiliario, sin embargo, se beneficia de esta transición. El acceso fraccionado que permiten los tokens abre la puerta a pequeños inversores minoristas, mientras que las grandes instituciones ven en la tokenización una vía para diversificar y ganar liquidez en activos tradicionalmente ilíquidos. El WEF subraya que la democratización del acceso y la reducción de costes de transacción pueden acelerar la financiación de proyectos inmobiliarios en Europa y aumentar la transparencia del sector.

La competitividad global añade presión. Mientras Europa avanza con un marco regulatorio garantista, Dubái experimenta con registros de propiedad basados en blockchain y certificados digitales de titularidad inmobiliaria, con operaciones que se cierran en minutos. Esto plantea una comparación: mientras en la UE prima la seguridad jurídica, otras jurisdicciones ofrecen mayor agilidad, atrayendo capitales en busca de liquidez inmediata.

El dilema para el sector europeo se resume en la tensión entre velocidad e integridad regulatoria. Los fondos institucionales valoran el marco estable de MiCA, pero no son ajenos al atractivo de mercados más flexibles. La cuestión es si Europa sabrá equilibrar su tradición de protección al inversor con la necesidad de no quedarse rezagada en la carrera global hacia la tokenización de activos.

El renacer de “ciudades fantasma” como Seseña en el entorno madrileño o la popularidad de los desarrollos ligados al golf en la Costa del Sol muestran que la demanda de real estate sigue siendo intensa. Integrar esos proyectos en plataformas tokenizadas podría ampliar el acceso a la inversión, multiplicando el interés de perfiles que hasta ahora estaban al margen de las grandes operaciones.

El camino que se abre para el sector europeo no es sencillo, pero sí inédito: una oportunidad de combinar la solidez regulatoria con la tecnología blockchain, de forma que la propiedad inmobiliaria se vuelva más transparente, líquida y accesible.

El desafío ahora es decidir si Europa liderará este proceso o si cederá terreno a competidores que ya han dado pasos más audaces.

Suscríbete

Disclaimer: Este artículo es meramente informativo y no debe interpretarse bajo ninguna circunstancia como consejo de inversión.

Invertir Leer más Noticias