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Rockfield invierte 53 M € en dos nuevas residencias de estudiantes en Madrid: respuesta privada al déficit crónico

31/07/2025 - ⏱️ 2 min

Rockfield Real Estate, empresa neerlandesa especializada en alojamiento para estudiantes (Purpose‑Built Student Accommodation, PBSA), ha adquirido en los últimos días dos suelos en Madrid —en la zona de Avenida de América y en el distrito de Chamartín, dentro del anillo de la M‑30— con el objetivo de construir dos residencias universitarias con capacidad combinada de alrededor de 300 camas. El grupo invertirá 53 millones de euros en los proyectos, que incluyen habitaciones individuales y estudios con cocina, y están previstos para abrir sus puertas en el curso académico de 2027.

La compañía ha destacado su apuesta por localizaciones bien conectadas y ha anunciado que los edificios aspirarán a obtener certificaciones avanzadas en eficiencia energética. Según explican desde la organización, se trata de un producto residencial dirigido a estudiantes que buscan no solo proximidad a centros académicos, sino también servicios diferenciados que mejoren la experiencia universitaria.

Un mercado con fuerte desequilibrio entre oferta y demanda

España sigue registrando un déficit estructural de alojamiento universitario. La demanda potencial supera ampliamente la capacidad actual: según la consultora Atlas Real Estate Analytics, existen solo 108.604 camas operativas en residencias, frente a una necesidad estimada de más de 520.000 plazas, lo que implica que apenas una de cada cinco personas que necesita alojamiento puede acceder a él.

Este desajuste se ha traducido en una ocupación muy elevada y precios elevados. La media mensual de una habitación en una residencia privada supera los 1.030 €, y en casos como la cadena Vita Student, alcanza los 1.778 €, niveles que se sitúan muy por encima de las tarifas del alojamiento público o religioso.

El desequilibrio es aún más agudo en ciudades como Madrid o Barcelona. En la capital, por ejemplo, la demanda es tan intensa que los colegios mayores y residencias tradicionales han alcanzado ocupaciones del 97 %, llevando a un creciente desplazamiento de estudiantes al mercado privado de alquiler.

Capital institucional frente a falta de respuesta pública

En los últimos años, la escasa respuesta pública —limitada principalmente a proyectos puntuales en universidades públicas o colegios mayores— ha permitido que fondos institucionales y operadores privados tomen el control del segmento. Rockfield no es el único actor: operadores como Resa, Yugo, MiCampus o Bravo Students ya lideran la expansión residencial enfocada en alojamiento estudiantil, con tarifas medias que oscilan entre los 600 € y más de 1.000 € mensuales dependiendo del tipo de habitación y servicios.

La consultora JLL estima que la inversión en residencias de estudiantes en España alcanzó los 756 millones de euros a cierre de 2024, multiplicándose por diez respecto al año anterior, lo cual refleja la aceleración del apetito inversor institucional en activos PBSA.

Este modelo ha permitido lanzar proyectos como el de Rockfield en Madrid o desarrollos en Terrassa (Barcelona) por más de 35 M €, aunque todavía lejos de cubrir las necesidades reales. La operación madrileña, por su escala y contexto, consolida a España —especialmente sus grandes ciudades— como uno de los destinos más atractivos del segmento PBSA en Europa occidental.

Perspectivas de mercado y contexto regulatorio

La urgencia por construir más plazas justificadas por la fuerte demanda —más de 655.000 estudiantes requerían alojamiento en 2024— y una oferta muy limitada aún están presentes. Esto presiona tanto para ampliar la oferta pública y regulada como para incentivar nuevas intervenciones privadas en zonas estratégicas como Madrid, donde la densidad universitaria genera oportunidades aunque a precios elevados.

Rockfield, en su comunicado, ha enmarcado la operación como parte de una estrategia para consolidarse como actor clave en España con estandarización de calidad en localizaciones prime, apuntalando la experiencia de vida del estudiante con servicios integrados, sostenibilidad y proximidad a campus universitarios.

Sin embargo, este modelo plantea interrogantes: ¿hasta qué punto puede el crecimiento del PBSA sustituir la intervención pública? ¿Cómo se regula el aumento de precios cuando el sector privado domina la oferta? Y sobre todo, ¿cómo evitar que el acceso al alojamiento universitario sea una barrera adicional a la equidad educativa?

Rockfield inicia así una operación representativa del sector PBSA en expansión en España: una inversión de 53 M €, foco en zonas privilegiadas de Madrid, oferta premium para estudiantes y respuesta privada a una necesidad que el mercado público aún no satisface.

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Disclaimer: Esta publicación se ofrece únicamente con fines informativos y en ningún caso debe interpretarse como consejo de inversión.

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