El real estate tokenizado: una oportunidad global de 16 billones de dólares para 2030
20/08/2025 - ⏱️ 2 min
La tokenización de activos —transformar derechos sobre bienes reales en tokens digitales negociables en blockchain— se perfila como una de las revoluciones más disruptivas en la financiación inmobiliaria. Según un estudio del Boston Consulting Group (BCG) junto con ADDX, este mercado podría alcanzar los 16,1 billones de dólares a nivel global en 2030, lo que equivaldría a aproximadamente el 10 % del producto interior bruto mundial.
Un salto de escala: de los 310 000 millones a 16 billones
El potencial estimado es tan colosal que, al compararlo con los datos actuales —se habla de un volumen de activos tokenizados de apenas unos miles de millones— el crecimiento proyectado es exponencial. El informe subraya que los activos habitualmente ilíquidos —como bienes raíces, deuda privada, patentes o arte físico— serán los principales impulsores de esta expansión. A pesar de que el tokenizado representaba solo una fracción ínfima del total del mercado en 2022, la digitalización mediante blockchain promete desbloquear liquidez y accesibilidad global.
El real estate, protagonista del cambio
Dentro de esa cifra astronómica, el sector inmobiliario no queda en segundo plano. La tokenización permite fraccionar y comercializar derechos sobre propiedad, renta o deuda ligada a inmuebles. Esto democratiza el acceso a inversiones habitualmente reservadas a grandes patrimonios o instituciones, al permitir tickets más modestos y mercados secundarios digitales. La posibilidad de negociar en tiempo real, sin intermediarios tradicionales y bajo estándares de transparencia automática (smart contracts) supone una ruptura radical con la estructura convencional del real estate.
Retos regulatorios y técnicos: el escollo invisible
No obstante, el éxito del tokenizado inmobiliario depende tanto de su potencial como de la solidez regulatoria. En España ya se ha dado un paso clave: la CNMV ha autorizado la primera figura de entidad responsable de inscripción y registro (ERIR), base para validar emisiones y proteger al inversor en ofertas tokenizadas. Esta regulación, junto al nuevo marco europeo MiCA, busca dotar de seguridad jurídica al mercado emergente. Sin esta base institucional, la tokenización puede chocar con incertidumbres registrales, fiscales o contractuales, especialmente en mercados como el inmobiliario, donde tradicionalmente se controla cada transacción.
Un vistazo a la adopción real
Aunque la adopción a gran escala aún está en marcha, existen señales concretas que apuntan hacia su implementación práctica. En España, OpenBrick —una plataforma respaldada por actoras como Grupo Lar o Renta 4 Banco— está desarrollando emisiones de valores inmobiliarios tokenizados. Su objetivo: alcanzar 500 millones de euros en activos emitidos en tres años, empezando por una primera emisión en Madrid ligada a una socimi de alquiler residencial. Esta iniciativa está en un “sandbox” regulatorio con la CNMV, a la espera de recibir la licencia ERIR y operar además un mercado secundario DLT.
Una revolución en ciernes
La tokenización del real estate podría transformar para siempre la forma en que invertimos en vivienda, locales comerciales, suelo o proyectos inmobiliarios. Su promesa es clara:
- Liquidez, al permitir reventa inmediata mediante mercados digitales.
- Accesibilidad, al permitir participar desde montos reducidos.
- Transparencia y ahorro de costes, gracias a contratos automatizados y sin intermediarios tradicionales.
- Globalización de la inversión, facilitando que un inversor en España pueda co-participar en un activo en Berlín o Dubái.
No obstante, para que ese mercado de 16 billones se convierta en realidad habrá que vencer el escepticismo institucional, afianzar la regulación e impulsar proyectos piloto como el de OpenBrick, que sirvan como ejemplo tangible de viabilidad.
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Disclaimer: Este artículo tiene fines exclusivamente informativos y no constituye, en ningún caso, una recomendación ni puede interpretarse como consejo de inversión.