La inversión inmobiliaria en Europa crece un 11 % en el primer semestre de 2025: España alcanza los 6.800 millones pese al freno residencial
23/07/2025 - ⏱️ 2 min
El mercado inmobiliario europeo ha iniciado 2025 con una dinámica positiva que sorprende a muchos analistas. Según el último informe de CBRE, publicado el 19 de julio de 2025, la inversión directa en activos inmobiliarios en Europa alcanzó los 95.000 millones de euros en el primer semestre del año, lo que supone un crecimiento interanual del 11 % frente al mismo periodo de 2024. Esta recuperación ha sido impulsada principalmente por la reactivación del segmento logístico, el buen comportamiento del living sector —que engloba residencial, multifamily y student housing— y el interés renovado en oficinas prime ubicadas en mercados consolidados.
España se mantiene como uno de los mercados más activos del continente, con un volumen de inversión que se sitúa en torno a los 6.800 millones de euros en el semestre, según datos cruzados de CBRE, BNP Paribas Real Estate y Savills. Aunque el sector residencial ha mostrado síntomas de ralentización, el país ha captado importantes flujos de capital institucional procedentes de Alemania, Estados Unidos, Francia y Reino Unido, con operaciones destacadas en Madrid, Barcelona, Valencia y Málaga.
El auge del capital internacional y la resiliencia de España
El capital internacional continúa liderando la actividad en España, representando más del 70 % del volumen total transaccionado entre enero y junio. Fondos como Macquarie, Greystar, Blackstone o Nuveen han seguido apostando por el mercado ibérico, particularmente en segmentos alternativos como vivienda en alquiler, residencias de estudiantes y logística urbana.
Entre las operaciones más destacadas del semestre se encuentra la compra por parte de Macquarie de 12.000 camas de student housing en varios países europeos, incluyendo activos en España —una operación valorada en más de 1.200 millones a escala continental—, así como la adquisición por parte de Mario Losantos de la sede de Elecnor en Madrid por 31 millones de euros. Además, el joint venture entre IBA Capital y Batipart ha recibido un préstamo verde de 150 millones por parte de CaixaBank para financiar la compra y reforma sostenible de tres edificios comerciales en Madrid, Valencia y Málaga.
Estas operaciones reflejan el apetito inversor por activos con flujos estables de ingresos, ubicaciones consolidadas y criterios ESG integrados en su diseño o rehabilitación. “El inversor internacional valora la combinación de crecimiento económico, estabilidad institucional y alta demanda de alquiler que ofrece España”, afirma Javier Kindelan, presidente de CBRE España.
Segmentos más activos: logística, oficinas prime y living sector
El informe de CBRE destaca que el sector logístico ha sido el gran protagonista en Europa, acumulando más de 29.000 millones de euros en inversiones, gracias a la consolidación del comercio electrónico y a la necesidad de mayor resiliencia en las cadenas de suministro. En España, este segmento ha captado más de 1.200 millones en el semestre, con proyectos en la primera y segunda corona de Madrid, Barcelona, Zaragoza y Valencia.
Por otro lado, las oficinas prime, especialmente aquellas adaptadas a los nuevos estándares de eficiencia energética y flexibilidad laboral, han experimentado un leve repunte en rentabilidades y volumen de inversión. En Madrid, el distrito financiero AZCA y algunas zonas de Castellana han registrado operaciones por encima de los 7.000 €/m² en edificios rehabilitados con certificación BREEAM o LEED.
El living sector se consolida como una apuesta defensiva para los grandes fondos, gracias a la alta demanda estructural de vivienda en alquiler, tanto para familias como para estudiantes y trabajadores temporales. En ciudades como Málaga, Sevilla, Valencia o Bilbao, se han activado proyectos build-to-rent impulsados por promotores locales y financiados por fondos internacionales.
España, entre la cautela residencial y la expansión del alquiler
Si bien la inversión global muestra una trayectoria ascendente, el segmento residencial tradicional en España da señales de moderación. El precio medio de la vivienda nueva creció solo un 1,6 % en el segundo trimestre de 2025, frente al 4,8 % registrado en el mismo periodo del año anterior, según el Ministerio de Vivienda. El número de visados de obra nueva también ha caído un 12 % interanual, reflejando el enfriamiento de la demanda de compra y el endurecimiento de las condiciones financieras.
Este contexto ha favorecido una mayor rotación de capital hacia el alquiler institucional. El modelo build-to-rent ha ganado peso como vía preferente para canalizar inversión, especialmente en desarrollos urbanos con alta densidad y zonas de crecimiento poblacional. Las gestoras internacionales están priorizando proyectos llave en mano con contratos a largo plazo y rentabilidades netas del 4 % al 5 %, dependiendo del tipo de activo y la ubicación.
Aun así, la incertidumbre normativa —con cambios legislativos en comunidades como Cataluña y la Comunidad Valenciana— sigue siendo un factor que condiciona la toma de decisiones, especialmente en el ámbito residencial. Algunas firmas han comenzado a explorar formatos alternativos como el coliving o el alquiler flexible para mitigar el impacto regulatorio.
Europa acelera la normalización, pero persisten riesgos
A escala europea, el crecimiento del 11 % en la inversión inmobiliaria se interpreta como una señal de recuperación tras un 2023 marcado por la prudencia y la subida de tipos. Sin embargo, la dispersión entre mercados sigue siendo elevada. Alemania, Países Bajos y Suecia continúan siendo líderes en volumen absoluto, pero han registrado correcciones de precios más profundas en los segmentos de oficinas tradicionales. En contraste, mercados como España, Irlanda y Portugal muestran mayor dinamismo y resiliencia.
Los analistas coinciden en que el segundo semestre podría estar condicionado por tres factores clave: la política monetaria del BCE, la evolución de los conflictos geopolíticos y la resistencia del empleo en las principales economías europeas. A pesar de estos riesgos, los fundamentales del real estate siguen atrayendo capital en busca de protección frente a la inflación y diversificación respecto a activos más volátiles.
Según BNP Paribas Real Estate, “los inversores institucionales priorizan hoy la calidad de los activos, su eficiencia energética y su capacidad de generar renta en el largo plazo. La selección se ha vuelto más rigurosa, pero el apetito sigue presente”.
Perspectivas: un semestre decisivo para consolidar el giro
La recuperación de la inversión inmobiliaria en Europa, con España como uno de sus ejes, marca un punto de inflexión en el ciclo. Tras dos años de prudencia, el capital vuelve a fluir hacia el sector, aunque con exigencias mucho más estrictas en términos de ubicación, sostenibilidad y rentabilidad.
El segundo semestre de 2025 será decisivo para consolidar este nuevo patrón. La evolución del mercado dependerá en gran medida de la estabilización macroeconómica, la agilidad normativa y la capacidad del sector para adaptar sus modelos a un entorno cambiante.
Lo que ya parece claro es que el real estate europeo ha dejado atrás la parálisis y ha entrado en una fase de reactivación selectiva. Y en esa nueva hoja de ruta, España vuelve a estar en el radar global.
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