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España estudia imponer un impuesto del 100 % sobre viviendas compradas por no residentes fuera de la UE

28/07/2025 - ⏱️ 2 min

El gobierno español ha introducido en el Congreso un proyecto de ley que propone la creación de un impuesto complementario estatal del 100 % sobre la compra de vivienda de segunda mano por parte de personas físicas o jurídicas no residentes fuera de la Unión Europea. Esta medida forma parte de un paquete legislativo de 12 puntos destinado a mitigar la creciente crisis estructural de acceso a la vivienda en ciudades como Madrid y Barcelona.

Origen y objetivo de la propuesta

El primer anuncio tuvo lugar el 13 de enero de 2025, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presentó la medida como una de las claves para aumentar la oferta de vivienda reservada para ciudadanos españoles e impedir la especulación por parte de compradores extranjeros que utilizan estas propiedades como segunda residencia o inversión.

Según datos oficiales, en 2023 los no residentes fuera de la UE adquirieron aproximadamente 27.000 viviendas, lo que representa cerca del 5 % de todas las compraventas en España; si se incluyen los residentes de países no ubicados dentro de la UE, suma hasta un 11 % de las adquisiciones.

El propósito explícito del gobierno es frenar la presión especulativa que, según sus responsables, eleva los precios y reduce la rentabilidad disponible para el alquiler local, especialmente en zonas costeras y turísticas.

Diseño técnico del impuesto

La normativa, en su actual redacción, contempla:

Por ejemplo, un comprador británico no residente que adquiera una vivienda de segunda mano en Andalucía por valor de 500.000 € pagaría primero el ITP regional (7 %), y luego un complemento estatal de 465.000 €, sumando prácticamente el doble del precio original como impuestos.

Debate jurídico y político

La propuesta ha generado un intenso debate legal y político:

Consecuencias para el sector inmobiliario

Freno a compradores extranjeros no comunitarios: El nuevo gravamen, de aprobarse, podría paralizar inmediatamente la demanda procedente de países como Reino Unido (post‑Brexit), EE. UU., Canadá y otros, incrementando la incertidumbre jurídica para esos inversores.

Distorsión del mercado secundario: Dado que se aplica solo a vivienda usada, podría incentivar aún más el interés por propiedades nuevas (exentas), o fomentar compras a través de sociedades domiciliadas en España para evitar el impuesto.

Efectos regionales asimétricos: La oposición declarada desde comunidades como Andalucía, Valencia, Islas Baleares o Canarias —zonas donde el comprador británico es especialmente activo— podría ejecutar la negociación o bloqueos al nivel autonómico o judicial.

Percepción de inestabilidad: La mera existencia del proyecto ha generado ruido regulatorio que puede desacelerar transacciones en curso y frenar decisiones de nuevas inversiones en los segmentos de vivienda de lujo o para segunda residencia.

Mirada sectorial y síntesis estratégica

Esta propuesta forma parte de una agenda más amplia que incluye reformas a la fiscalidad del alquiler turístico, estímulo a vivienda social y eliminación del programa de “Golden Visa” desde abril de 2025. Aunque la medida encaja en el discurso de equidad social, muchos observadores la consideran más simbólica que efectiva para resolver la crisis estructural del alquiler y la vivienda asequible.

Desde el prisma del real estate, el proyecto demanda atención inmediata: inversores, promotoras y asesores legales deben evaluar escenarios alternativos —residencia previa, compra en urbanizaciones nuevas, estructuras societarias españolas— que permitan sortear posibles duplicaciones fiscales. A corto plazo, la medida podría provocar un redireccionamiento del capital hacia vivienda nueva o mercados europeos alternativos.

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