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España consolida su expansión inmobiliaria: repunte de la demanda y de la vivienda turística como motores bajo un contexto macroeconómico más benigno

22/09/2025 - ⏱️ 2 min

El mercado inmobiliario español ha entrado en 2025 en lo que CaixaBank Research define como una fase de expansión consolidada, impulsada por una mejora en las condiciones financieras, aumento del poder adquisitivo de los hogares y un crecimiento demográfico que refuerza la demanda. Aunque los retos estructurales —especialmente la insuficiencia de oferta— siguen siendo acuciantes, los signos de un entorno más favorable ya se perciben con claridad.

En los últimos doce meses hasta junio, se registraron alrededor de 700.000 ventas de viviendas, lo que supone un crecimiento cercano al 20 % frente al mismo período anterior. Este dinamismo va acompañado de una mejora en las condiciones hipotecarias: tasas de interés más bajas y una mayor fluidez del crédito residencial, favorecida por la contención de las presiones inflacionistas en España y por señales de estabilización en los mercados financieros europeos. Todo ello ha impactado directamente en la capacidad de compra de los hogares, aunque con diferencias regionales marcadas.

Simultáneamente, el sector del turismo continúa jugando un rol central en la recuperación económica nacional, con efectos multiplicadores en la inmobiliaria, sobre todo en destinos costeños, islas, zonas históricas y ciudades con gran atractivo extranjero. El PIB turístico de 2025 se estima en torno al 2,7 %, por encima del crecimiento de la economía española (aprox. 2,4 %). Este avance impulsa inversión en alojamientos turísticos, rehabilitaciones y hoteles, y eleva la demanda de segunda residencia, añadiendo presión sobre los precios en zonas costeras y turísticas.

Desde la oferta, hay señales de recuperación moderada: en los doce meses hasta mayo se aprobaron unos 132.000 visados de obra nueva (≈+13 % interanual). Aun así, son niveles insuficientes para absorber la creación de nuevos hogares (emancipación, inmigración y movilidad interna). Entre 2021 y 2024 se habría acumulado un déficit de 515.000–765.000 viviendas respecto de lo necesario para estabilizar la oferta.

Contexto económico favorable pero con señales mixtas

La mejora del entorno macroeconómico es un factor clave:

No obstante, persisten riesgos: precios de la energía, tensiones geopolíticas, ajustes monetarios en Europa, tipo de cambio del euro y crisis externas pueden afectar costes de financiación y flujos de inversión extranjera.

Impactos en precios, inversión y estrategias inmobiliarias

Riesgos estructurales y políticas necesarias

Para que la expansión inmobiliaria sea sostenible y no derive en crisis o burbujas locales, es imperativo atender varios desafíos estructurales:

Conclusión

España vivencia en 2025 una fase expansiva clara en su mercado inmobiliario, caracterizada por demanda vigorosa alentada por mejores condiciones de financiación, mayor poder adquisitivo, crecimiento del turismo y sólida recuperación económica. Sin embargo, la oferta no crece con la misma rapidez, lo que genera tensiones que ya se reflejan en precios residenciales y de alquiler.

Para invertir, promover o regular en este contexto, quienes actúen pronto, con criterio y conocimiento del territorio tendrán ventaja; pero los riesgos estructurales no deben ser ignorados.

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Disclaimer: Este artículo se ofrece con fines informativos y no debe interpretarse como asesoramiento de inversión. Consulte siempre a un profesional antes de tomar decisiones financieras.

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