La inversión inmobiliaria en España cerrará 2025 cerca de los 17.000 millones: un repunte del 20 % impulsado por grandes transacciones
18/09/2025 - ⏱️ 2 min
El real estate español encara la recta final de 2025 con unas perspectivas de inversión que lo sitúan entre los mercados más dinámicos de Europa. Según estimaciones publicadas por Cinco Días este mes, el volumen total de operaciones podría alcanzar los 17.000 millones de euros al cierre del ejercicio, lo que supondría un incremento cercano al 20 % respecto a 2024.
El dato refleja la recuperación del apetito inversor tras dos años marcados por la subida de tipos de interés en la eurozona y la ralentización de la financiación bancaria. En 2025, la estabilización monetaria del Banco Central Europeo ha devuelto certidumbre a los mercados y ha propiciado un flujo renovado de capital hacia los activos inmobiliarios, especialmente en segmentos como residencial, logístico y alternativos vinculados a la economía digital.
Entre las operaciones de gran escala que marcan el pulso del mercado destacan la venta parcial de Aedas Homes, la desinversión en activos residenciales de Blackstone y los movimientos de Livensa Living en el sector de residencias de estudiantes. Estas transacciones ilustran la estrategia de grandes fondos y promotores por reposicionar carteras, diversificar riesgos y apostar por segmentos con mayor liquidez y rentabilidad esperada.
El atractivo del mercado español se sustenta en varios factores. En primer lugar, la fortaleza de la demanda interna, que ha permitido que el volumen de compraventas residenciales se mantenga por encima de las 700.000 operaciones anuales, según los últimos datos de Euroval y CaixaBank Research. En segundo lugar, la demanda internacional, que sigue siendo determinante en regiones como Málaga, Alicante o Baleares, con porcentajes de compradores extranjeros que superan el 25 % del total.
Este flujo de capital extranjero no solo dinamiza el mercado de segunda residencia, sino que también está presente en proyectos de desarrollo urbano y operaciones institucionales.
El segmento logístico se mantiene como otro pilar clave de la inversión. La escasez de suelo disponible en áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona ha disparado el interés por parques en la segunda y tercera corona, mientras que inversores internacionales refuerzan posiciones en activos prime en polígonos estratégicos.
A ello se suma el auge del sector hotelero, que recupera niveles de ocupación y rentabilidad previos a la pandemia, lo que ha propiciado nuevas adquisiciones por parte de cadenas internacionales y fondos especializados.
No obstante, el escenario no está exento de incertidumbres. El encarecimiento de los costes de construcción y la tramitación lenta de licencias urbanísticas siguen siendo factores de presión para los promotores. Además, el debate político en torno a la vivienda asequible y las restricciones fiscales en comunidades autónomas como Cataluña podrían introducir elementos de volatilidad en determinados submercados.
Aun así, los analistas coinciden en que España se ha consolidado como uno de los destinos más atractivos de la inversión inmobiliaria europea, por encima de mercados como Italia o Países Bajos. La combinación de estabilidad macroeconómica, recuperación del crédito y fuerte demanda extranjera dibuja un horizonte favorable para el cierre de 2025, con el listón de los 17.000 millones como nueva referencia para el sector.
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Disclaimer: Este artículo tiene únicamente fines informativos y periodísticos. No constituye, ni debe interpretarse, como una recomendación o asesoramiento financiero de ningún tipo.