El BCE detiene el ciclo de recortes y enfría las expectativas de abaratamiento hipotecario
05/09/2025 - ⏱️ 2 min
La esperada y sostenida tendencia a la baja de los tipos de interés en la eurozona ha llegado a un punto de inflexión: el Banco Central Europeo (BCE) ha decidido detener temporalmente su ciclo de recortes, una decisión que plantea nuevos retos para el mercado inmobiliario español y europeo.
Según un sondeo reciente de Reuters realizado entre el 1 y el 4 de septiembre de 2025, los mercados
descuentan que el BCE mantendrá su tipo de depósito en el 2 %, sin efectuar nuevas
rebajas en su reunión prevista para el 11 de septiembre. Este escenario refleja una estabilización
deliberada de la política monetaria frente a un entorno económico que, aunque aún vigorizado, muestra
señales de fragilidad en algunos frentes clave.
La determinación del BCE cobra mayor relevancia en el ámbito hipotecario: en España, donde las hipotecas
variables representan una proporción significativa del total y están estrechamente vinculadas al
euríbor, esta decisión impacta directamente en los costos que asumen los prestatarios.
El euríbor ha permanecido estancado en torno al 2,16 %, frenando la expectativa de
nuevas bajadas para quienes revisan su cuota próximamente.
Este enfoque prudente cuenta con respaldo adicional dentro del BCE. Isabel Schnabel,
miembro del comité ejecutivo, rechazó nuevos recortes e incluso advirtió de una posible subida de tipos
“antes de lo que muchos creen”, citando factores como la inflación persistente, la fragmentación global
y los riesgos geopolíticos.
Un efecto en cascada sobre el sector inmobiliario
Para el sector inmobiliario, esta pausa implica que el alivio financiero que tantos esperaban podría
tardar más en materializarse. Durante los periodos de euríbor más elevado, muchos hogares firmaron
hipotecas variables con cuotas elevadas. Ahora que estas rentas se estabilizan, el ahorro para esas
familias será más moderado, y aquellos que esperaban una reducción en sus pagos podrían convertirse en
compradores decididos antes de que suban, acelerando cierta demanda en un mercado ya tensionado por la
oferta.
De hecho, las hipotecas variables han sido protagonistas del dinamismo reciente del mercado. En el primer
semestre de 2025 se registró un aumento del 25 % en los préstamos hipotecarios,
impulsado por los tipos bajos y una favorable competitividad bancaria. El fin del ciclo bajista del BCE
podría enfriar este impulso si se acompaña de expectativas de estabilización o repunte en los costes
financieros.
Perspectiva de medio plazo y presión sobre el consumo
En un horizonte más amplio, el BCE advierte que muchos hogares europeos seguirán sometidos a tasas más
altas en sus hipotecas hasta bien entrada la década. Un número significativo de préstamos contratados en
el periodo de bajos tipos está por ser revisado, lo que podría incrementar las cuotas y limitar el gasto
de los hogares durante años. Esta dinámica será especialmente relevante en países como España, donde los
préstamos variables son más comunes.
Mientras tanto, el euríbor ha mostrado una marcada estabilidad por encima del 2 %, lo que aún permite
cierto ahorro en comparación con los niveles de 2024 (cuando se situaba en torno al 3,5
%), pero deja en evidencia que los grandes progresos en reducción de las cuotas ya se han
consumado. Muchos analistas creen que este indicador podría descender lentamente durante los próximos
meses, pero será un sendero más lento y menos pronunciado que en etapas anteriores.
Reflexiones para el mercado inmobiliario
La pausa del BCE sugiere que el ciclo favorable para los compradores, especialmente quienes dependen del euríbor, está entrando en una fase de consolidación.
Los promotores, inversores y analistas deberán recalibrar sus perspectivas en función no solo del nivel actual de tipos, sino también de su posible estabilidad o ligera subida.
En un contexto de escasez de oferta, aunque la demanda mantenga su fortaleza, el encarecimiento de la financiación —aunque moderado— podría frenar la sostenibilidad del impulso transaccional.
A largo plazo, una hipotética subida de tipos derivada de presiones inflacionarias o geopolíticas transformaría el escenario: la vivienda volvería a ser más inasequible y los ciclos de vendetta del consumidor se intensificarían.
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Disclaimer: Esta información no debe interpretarse como consejo de inversión ni recomendación financiera.